jueves, 21 de octubre de 2010

Boxeador patético versus Dámaso

Nuestro protegido Dámaso ha sufrido ya el primer ataque por parte de los musculitos descerebrados. Ha sido Julio en concreto, el boxeador mediocre, ese fantoche que se hace llamar “El Feroz”. A este tipejo no se le ha ocurrido otra cosa mejor que intentar ridiculizar a Dámaso preguntándole si era virgen. Posiblemente el escaso intelecto de este pegasacos únicamente alcance para juzgar a las personas por el volumen de sus bíceps y el número de coitos perpetrados semanalmente.
Dámaso, visiblemente incomodado por la pregunta, ha respondido que no. Que no era virgen. Obviamente nos da igual si esto es cierto o no. La cuestión es que no se lo ha ido a preguntar a cualquiera. ¿Por qué no se lo ha preguntado a Marcelo? También es bastante joven este muchacho, pero la diferencia entre Marcelo y Dámaso es obvia. El malaguita físicamente responde mejor al patrón de follador de fin de semana, en cambio nuestro niño coplero se ajusta perfectamente al prototipo de pagafantas que no se come ni un “torrao”. Ese es el simple mecanismo cerebral del patético boxeador, ridiculizar al que cree menos hábil en su mundo imaginario de músculos, vaciladas y polvos de todo a cien.
Esperamos que Dámaso no caiga en la trampa del boxeador. No puede luchar en el terreno de ese personajillo. No es su guerra. Dámaso proviene de otra realidad, no olvidemos que es un chaval de dieciocho años, además muy distinto al perfil que se vende actualmente de chaval de esa edad, no parece un joven de botellón, porro, piercings y música chumba-chumba. Dámaso es un chico de traje, corbata y copla. ¿Cuántos padres no preferirían tener un hijo como Dámaso? Es cierto que es un poco friky, auténtico pero friky, pero para sus progenitores es mejor preocuparse por si le han abucheado al desafinar cantando “Mi carro”, que recibir una llamada de madrugada del hospital porque el niño tiene un coma etílico o porque le han pisado la cabeza en una pelea de aparcamiento de discoteca. Esa última es la preocupación de los padres del pegasacos.
Dámaso, como decíamos en el primer artículo de este blog, es un joven a contracorriente, superior en todos los sentidos a la pandilla ridícula de musculmanes, sobre todo a Julio el pegasacos. Da igual si Dámaso pega muchos polvos, si pega pocos o no pega ninguno. Lo importante es que Dámaso tiene una categoría humana infinitamente superior a la caterva de superficiales acomplejados que cohabitan con él en la casa de Guadalix. Esa es otra de las caras de Dámaso y por eso debe ganar Gran Hermano 12.

4 comentarios:

MartitaGuay dijo...

El puto Julio ese es un mierda... A la puta calle yaaaaaaaaaaaaaaa

Gran hermano 12 dijo...

Mira por donde este blog, lo voy a leer todito, porque me cáe simpático Dámaso.

Podéis visitar mi blog también: http://gh-12.blogspot.com/

Màrti dijo...

Genial el artículo ¡Viva Dámaso!

ghAntolin dijo...

Dámaso deberia ganar es el mas humilde, y el si que se muestra tal y como es. Los demas solo saben mostrar el body.
Es MUY FACIL SE UNO MAS Y MUY DIFICIL SER TU MISMO.

Y DÁMASO ESTA SIENDO EL MISMO.

Desde Alicante te mandamos muchos ánimos Dámaso ya sabes quienes somos.

un saludo