martes, 19 de octubre de 2010

La autenticidad de Dámaso


Seguramente muchos os preguntaréis por qué Dámaso Angulo debe ser el favorito para ganar esta décimo segunda edición de Gran Hermano. Es una cuestión de autenticidad. Si os fijáis en el resto de concursantes observaréis que la gran mayoría están cortados por un patrón similar, musculitos, modelos, rubias de pote, prótesis de silicona y friquis. A Dámaso deberíamos incluirlo en este último grupo, el menos numeroso, el de friquis.
En esta categoría, junto a Dámaso tenemos a Jhota, el reguetonero hortera de Vallecas; Anup el hindú de Mallorca; Terry (Pérez) Wills, la gordita que perdió casi cincuenta quilos; y en cierta manera, a Julio el boxeador, aunque este último cabalga entre la categoría de musculitos y frikis. Si analizamos a todos los anteriores es fácil llegar a la conclusión de que todos están ya bastante resabiados, todos llevan un papel muy aprendido, en cambio Dámaso, debido a su extrema juventud, es prácticamente imposible que no sea como nos dice que es.
La verdad es que la primera impresión sobre Dámaso no es nada agradable, un chico pepero, antiguo aspirante a cura, trabajador de una funeraria, cantante de copla… Un chico muy rancio y anticuado. Precisamente esta es la gracia de Dámaso. No puede haberse inventado este papel e intentaremos demostrarlo.
Es posible que su afiliación política sea un lastre que juegue en su contra, pero en realidad no debería ser así, porque precisamente esa es una de las grandes alegrías que nos puede dar este concursante, porque quizá sin saberlo, él mismo puede ser todo lo contrario de lo que parece. ¿Acaso no os habéis preguntado que motivos pueden llevar a un chaval a proponerse ser cura? A nosotros sólo se nos ocurren dos.
El primero es una firme y convencida vocación de servicio al prójimo dentro de los cánones de la iglesia, cosa que no parece ser cierta dado que con aparente facilidad este chico cambió su vocación eclesiástica por otra vocación bastante más peregrina, la de ser cantante de coplas.  La segunda razón que se nos ocurre es la de ocultar una homosexualidad latente dentro de un entorno demasiado conservador como para aceptar esto. No pretendemos colgar a Dámaso el sambenito de gay reprimido, ni mucho menos, es simplemente una suposición.
La cuestión es que si esto fuera cierto, si ligamos su filiación política a su condición sexual, se nos presenta un Dámaso completamente diferente. Repetimos que de momento son meras suposiciones, además nos da igual su condición sexual. Nosotros hoy, de momento, sólo queremos afirmar que Dámaso es un personaje auténtico.

3 comentarios:

Antonio Puebla dijo...

Tine toda la pinta de ser un homo reprimido, pero me cae bien.

Anónimo dijo...

Yo tb creo que este chico deveria ganr.

Anónimo dijo...

¿De verdad esto es un blog de apoyo a Dámaso? Pues flaco favor le estáis haciendo.