Primate nominado

Hoy vamos a hablar del personaje más insípido que habita la casa de Guadalix: El gira-cartones Óscar. Este es nuestro elegido para abandonar el concurso. Decimos gira-cartones por su pasado como azafato en el concurso “Toma Cero”. Sospechamos que lo único que sabe hacer en esta vida es eso, girar cartones, restregarse cosméticos sobre la piel, comer siete veces al día, depilarse  y cultivar sus músculos. Nada que no sepa hacer un chimpancé de coeficiente intelectual mediano, con la salvedad de que el chimpancé jamás malgastaría ni un solo empeño en desbrozarse toda la dermis de barbilla hacia abajo.

La cuestión en definitiva es que Óscar es bobo, diciéndolo en términos moderados. No por lo dicho anteriormente, sino porque todo lo dicho anteriormente son las únicas habilidades de Óscar. Según él posee algunas otras, como puede ser la de aparearse con regularidad, cosa que sigue sin diferenciarlo de un chimpancé medio. Sinceramente somos incapaces de encontrar ninguna virtud en Óscar.

En cambio si que es fácil encontrarle defectos. Es mentiroso. Él  aseguraba que era un maníaco de la limpieza y el orden, ¿alguien le ha visto coger una bayeta? A no ser que haya sacado brillo a sus deformes músculos oblicuos (o como se llamen esas protuberancias que luce bajo el abdomen) no le hemos visto actuar en ese sentido en ningún momento. Es maleducado. Se ha reído de la forma de hablar de Eduardo, ¿acaso no sabe que es sordo? Es insolidario. Traga como un animal sin importarle que sus compañeros también tengan ciertas necesidades alimentarias. Es gregario. Carece de personalidad. Hará lo que diga Yago, el cual a diferencia del gira-cartones está dotado de cierta capacidad de ironía, mordacidad, incluso de raciocinio, cualidades que engloban a este (a Yago) en la especia homo-sapiens y no en la de cualquier especie de primate, como pudiera ser el chimpancé Óscar.

Hemos visto que poco hay que decir sobre Óscar, es un ser vivo que respira, come, caga, se aparea, hace monerías y repite ciertos trucos aprendidos como girar tarjetas. Habilidades poco valorables para el común de los mortales. Óscar debería regresar rápidamente a su hábitat natural, es decir, a algún plató como el de “Toma Cero” en que necesiten personal sin ningún tipo de preparación capaz de aprender algún tipo de rutina, ya sea girar tarjetas o abrir sobres, sin hablar, sonriendo a cámara. Sobretodo sin hablar, porque cuando habla, única característica que le diferencia de un chimpancé, se delata a sí mismo como un ser obtuso, poco instruido y, en términos generales, bobo.

El gira-cartones debe abandonar la casa de inmediato. Es un ser sensiblemente inferior al resto de nominados, a los cuales ya les llegará su hora en el momento debido. Óscar que regrese a su Granada y nos alivie la vista desapareciendo de la pantalla.  Cuando queramos ver monos podemos dirigirnos al zoológico más cercano.