¿Entiende la derecha?

Hoy os vamos a hablar de nuestro protegido Dámaso Angulo. Al parecer, según dicen,  el chico ya ha hablado de política en la casa. ¡Grave error dicen algunos! Es posible, pero esa es precisamente una de las caras de Dámaso, la cara política. El caso es que nuestro ex seminarista ha comentado que prefería a Alberto Ruiz Gallardón, al frente de su partido, en lugar de a Mariano Rajoy. Era inevitable que Dámaso no hiciera alguna referencia política en algún momento, dado que una de sus cartas de presentación era la de ser militante de las nuevas generaciones del partido popular.

Muchos de los que nos leéis podéis pensar que desde este lugar apoyamos a Dámaso porque compartimos sus ideas y aficiones. Nada más lejos de la realidad.  Nuestro apoyo al niño coplero es por motivos bastante más complejos. El hecho de que Dámaso esté alineado en las filas de la derecha española es algo bastante impopular y mucha gente lo quiere fuera por este motivo. Si Dámaso se hubiera presentado únicamente como partidario de los valores “peperos” no sería nuestro protegido. Lo que nosotros valoramos y queremos que valore la gente es el hecho de que un joven de dieciocho años tenga inquietudes políticas hasta el extremo de afiliarse a un partido, con todo lo que ello supone.

Estas connotaciones políticas juegan en su contra, es innegable que es mucho menos atractivo un personaje que defiende los valores rancios de la derecha, que un jovenzuelo milite en las juventudes socialistas,  que al fin y al cabo, es lo políticamente correcto a día de hoy. Incidimos también en que el hecho de que Dámaso se presente como un joven afiliado al partido popular es algo que seguramente preocupa mucho a los del partido popular.

Imaginaros que, tal y como os decíamos hace un par de días, se confirma que este chico es homosexual. Esto sería bastante incomodo para Rajoy y compañía, pues se convertiría en un arma arrojadiza en los pasillos del congreso de los diputados. Está claro que la condición sexual de Dámaso no generaría un debate parlamentario, (aunque cosas más extrañas se han visto, acordaros del “yoyas” y el debate que generó sobre los malos tratos) pero las bromitas que se iban a tener que tragar los “peperos” no serían pocas. No queremos decir que el hecho de ser homosexual sea un motivo de burla, ni mucho menos, queremos decir que para la derecha que históricamente ha perseguido y marginado a los homosexuales, esto sería una piedra muy incomoda dentro de su zapato y tal vez cosas de estas son las que les obligarían a empezar a generar debates internos que los fueran encauzando poco a poco hacia posiciones más moderadas en este tema. En definitiva, hacia posiciones más en consonancia a la derecha europea y no con la extrema derecha franquista. Quizá por eso Dámaso preferiría a Gallardón en lugar de a Rajoy.

Seguimos insistiendo en que la condición sexual de Dámaso es una mera especulación, pero ya se empiezan a escuchar voces en ese sentido, voces que lo único que intentan es difamar, cosa muy distinta a que lo pretendemos nosotros, que además fuimos los primeros que apuntamos en esa dirección, pero desde el respeto.

Hoy simplemente hemos analizado una de las posibilidades que puede dar Dámaso dentro de la casa de Guadalix, de manera que esperamos que los apoyos que reciba este chaval no provengan sólo de sus acólitos de partido, si no de todos aquellos que vean en este chico a una persona polifacética que nos puede sorprender a muchos niveles, y que puede llevar debates a la calle que ninguno de los demás participantes jamás podría llegar a generar. Dámaso debe ser el ganador de Gran Hermano 12.